Publicado en Levante de Castelló el 12 de junio de 2019
Me siento utilizado, Una vez más. Y aunque tengo mis años, mi histórico de votos, abstenciones, pataleos, disyuntivas y decepciones, voté. A sabiendas de que al poco, como constato, me sentiría utilizado, una vez más, que el préstamo electoral que deposité en modo papela en una urna legal, sin rastros de made in China, constitucional y romana pues, hasta cuatro obedientes y cívicas veces, será malversado al antojo de sus usufructuarios por mor de la conveniencia partidista, de los egos que salpican la política y de los trueques mezquinos de territorios, regalías y taifas de guardar.
Excluyo de la zarabanda de diatribas a los munícipes electos porque de ellos es el único reino de afecto a los colores de sus patrias chicas por encima de siglas en no pocos casos, con mayor distancia de la Corte cuando más diminuto el pago y por ende más necesita del altruismo para gestionarlo. No guardo una sola duda de que en la mayoría de ellos reside la verdadera vocación de servicio, esa voluntariedad de prestar sus manos desinteresadas a sus vecinos para posibilitar que la prosperidad no pase de largo y los vacíe un poco más. Sigue leyendo